Las principales precauciones que debemos tener para el buen uso y la conservación de los medicamentos homeopáticos son las siguientes:

• • Evitar el consumo de alimentos y bebidas media hora antes y después de la toma del medicamento, ya que esto podría obstaculizar su absorción. Sólo se permite beber agua.
  • Limitar el consumo de sustancias fuertes como la menta, el café, el té rojo o negro, las bebidas alcohólicas o los alimentos muy condimentados, ya que en ocasiones neutralizan al medicamento prescrito.
  • En lo posible, debe evitarse el uso de fragancias o perfumes, toda vez que pueden inactivar o disminuir el efecto terapéutico.
  • Algunos productos de higiene dental también pueden interferir con el tratamiento, por lo que pastas de dientes y enjuagues deben utilizarse de acuerdo con la indicaciones del médico homeópata.
  • Ocasionalmente, los remedios homeopáticos pueden inactivarse al ser tocados; por ello, es mejor llevar los glóbulos o pastillas a la boca con ayuda de la tapadera del medicamento y no con la mano.
  • Si los glóbulos o pastillas se caen o son tocados con la mano, no deben regresarse al frasco contenedor para evitar que se arruinen o contaminen.
  • Los remedios deben guardarse y mantenerse alejados de luz fuerte, la humedad, las variaciones de temperatura y los olores fuertes.

Cuando se conservan adecuadamente, los medicamentos homeopáticos pueden emplearse por años sin deterioro alguno en su calidad. Por eso, debemos mantenerlos bien cerrados, en una habitación con temperatura fresca, seca, libres del polvo y de los rayos directos del sol o las radiaciones electromagnéticas.