¿La irritabilidad te controla?
Maximiliano Galarza Vásquez
mayo 19, 2025

En la vorágine de la vida urbana, la irritabilidad se convierte en una visita frecuente. Descubre qué la provoca, cómo controlarla y qué hacer cuando se vuelve un problema recurrente.
A lo largo de nuestro día solemos experimentar muchas emociones, en especial en una zona urbana, ya que suele generar más estrés en sus habitantes debido al tráfico, el transporte público, el calor o una jornada laboral pesada. Lo anterior nos hace sentir irritables, incluso, si somos estudiantes podemos tener muchos episodios de irritabilidad cuando nos exigimos demasiado.
La irritabilidad es una respuesta exagerada a estímulos externos y puede manifestarse a través de cambios en el estado de ánimo, como impaciencia, enojo o frustración, intolerancia, explosiones de ira, agresividad verbal o física, entre otros.
Sin embargo, también puede generarse a causa de ciertas condiciones, por ejemplo, el hipotiroidismo, la falta de sueño, una dieta deficiente en nutrientes o algún dolor físico o psicológico.
Hay una gran conexión de esta emoción en varios trastornos de la psique, entre los que se incluyen la ansiedad, la depresión, el insomnio, el trastorno afectivo estacional o incluso el síndrome premenstrual. Por ello, es importante que tomes un tiempo de introspección y analices si es demasiado recurrente la aparición de la irritabilidad o bien si su duración es demasiado larga.
¿Qué podemos hacer ante su aparición?
Para tener un mayor control sobre la irritabilidad, es importante:
- Identificar las causas subyacentes.
- Practicar técnicas de relajación como la meditación o respiración profunda.
- Mantener una rutina de ejercicio de forma regular, ya que ayuda a liberar la tensión y te permite tener un estilo de vida más saludable.
- Dedicar tiempo para ti.
- Consentirte es de gran ayuda porque logras sentirte bien contigo mismo.
- Buscar apoyo profesional en caso de que sea demasiado recurrente.